Omar Sosa-NDR Bigband in Barcelona

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Omar Sosa-NDR Bigband in Barcelona

Omar Sosa-NDR Bigband
Barcelona Jazz Festival
November 30, 2010
Palau de la Musica Catalana

By Enrique Turpin

Cuando un pianista se presenta frente a su publico con una big band, tres percusionistas y un arreglista de lujo, ya se puede uno imaginar el lugar del que se nutrieron los genes de sus ancestros y las aspiraciones de su ofrecimiento musical. No obstante, que alguien se esfuerce por transportar la imagen de un mundo encerrado entre las teclas de un Steinway al universo metalizado de una gran orquesta no garantiza un resultado memorable. Omar Sosa, el ms africano de los pianistas caribeos, volva al festival de su ciudad de adopcin, Barcelona, envuelto en honores: presentaba con aires de primicia absoluta Ceremony (OTA Records, 2010), el proyecto que ha llevado a cabo con la NDR Big Band bajo las ordenes y arreglos de la antigua mano derecha de Antonio Carlos Jobim, el maestro violonchelista Jaques Morelenbaum, otro carioca universal.

Vaya por delante que el espectculo logr superar todas las expectativas puestas en la velada. Sosa reforzo la apuesta e invito a Horacio “El Negro” Hernandez a que montase su bateria en el centro del escenario del Palau. Sabe bien Sosa que el secreto de la cubania reside en la pareja que forman clave y timbal (con el guiro como potenciador de sabor). Asi, a los 20 minutos de iniciarse el concierto, El Negro ya dejo caer un solo con las mazas que parecia sacado de un laboratorio acolchado de quimica tropical. Con delicadeza extrema, el batera parecia no querer importunar con sus ritmos a un bebe que quiso hacerle de interlocutor infantil. Y en verdad es que habia algo de musica neonata en el ambiente. El llanto de aquel bebe ilustro lo que estaba teniendo lugar en lo alto de la escena, la confluencia de la tradicion mas solida con la innovacion ms donosa: un sonido para la esperanza.

Gran parte del placer sonoro de la noche vino de la mano de Morelenbaum, que traa las partituras todavia con la tinta fresca de los arreglos para la NDR, unos arreglos que haba propuesto Omar Sosa al brasileno al segundo de aceptar llevar a cabo el proyecto formulado a peticion del productor aleman Stefan Gerdes. Si hubiera que traer a la memoria alguna formacion que se acerque a la escritura de Morelenbaum, en lo alto de la lista estarian las formaciones extensas de Dizzy Gillespie, mas aqui la de la Big Band The New Continent arreglada por Lalo Schifrin que The United Nations Orchestra bajo el amparo de Paquito D’Rivera. Estas companias imaginadas no quisieran desmerecer el esfuerzo de la orquesta de Hamburgo, aunque en algunos momentos el espectador imaginara solistas mas enjundiosos para la musica de Sosa.

El pianista de Camaguey dejo mecer su arte con los arreglos cinematicos de Morelenbaum, aunque no se estuvo de trufar el discurso con ironias a la poderosisima literatura musical cubana o guinos tan reconocibles como Salt Peanuts. Danzones, tumbaos, chachachas, un repertorio de polirritmia volcanica que recupero sus races africanas gracias al bata y al recitado orisha de Marcos Ilukan. Sobresalieron los tiempos nocturnos de Ceremony, el solo de clarinete bajo en Carambab y los temas pensados para la divinidad Elegba, con quien Omar Sosa comparte la potestad de aduenarse de todas las puertas y caminos de este mundo.

Como el dios, tambien el pianista es depositario del Ache, que en lengua yoruba remite al poder divino, a la bendicion sincera. Quien viera la otra noche al pianista, tocado con un gorro aturbantado y una tunica labrada, todo el de blanco, podra imaginar sin esfuerzo de lo que hablo. El poder escenico que emana, la musculatura musical y la presencia totemica frente al piano de Sosa hacen de el una figura insoslayable del crisol artistico que salio de Cuba a conquistar el mundo. Ya puede decirse que el compositor de Ceremony ha hecho del Palau su bastion, pero esto solo es el principio. Con Sosa se completa el triangulo que, junto con Chucho Valdes y Gonzalo Rubalcaba, esta edicion del 42 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona ha dedicado al pianismo cubano, con el anadido de un cuarto pianista mas joven, Ivan Melon Lewis. A pesar de que el exceso de iluminacion durante todo el concierto, las filmaciones cinematograficas tienen estos inconvenientes, no dejo espacios para mayor intimidad y diluyo a veces el protagonismo de lder, la ocasion mereca el despliegue tecnico que all se dejo ver. Si la fortuna, y la crisis, no son impedimento, cuando aparezca el DVD podra verse que merecio la pena. De momento, coreen como hizo el publico que lleno los tres pisos del Palau, esas dos slabas que convocan la gracia: A-Cheeeee.

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